Ante
el autismo, en un colegio, se deben introducir medidas capaces de ser flexibles
y lo más fieles al currículo ordinario.
Ante
un alumno autista que llega nuevo al centro, se generan diferentes tipos de
reacciones. Por un lado están los que creen en la integración y por otro están
los que son partidarios de la segregación y el uso indiscriminado de los
centros de Educación Especial (llenos en algunos casos). Lo mejor es que el
centro en su conjunto tenga claro que el hecho de tener un alumno autista va a
requerir de una serie de esfuerzos que variarán en función del nivel
intelectual del niño y que las buenas relaciones entre profesor y alumno son
fundamentales.
El proyecto educativo de centro.
Respecto
al proyecto de centro (la organización escolar), es fundamental dejar claros
los procedimientos a seguir en la identificación, organización, valoración y
posterior actuación con el niño autista.
Personalizar
el proceso educativo coordinando la actuación docente de todos los implicados
en su educación, canalizar la participación familiar etc.
El
proyecto curricular.
El
currículo oficial hay que adecuarlo al contexto y a las características del
alumnado en cada etapa. Los maestros de cada etapa educativa planifican su
trabajo de forma que su acción docente sea coherente.
El
proyecto curricular de etapa es primordial para que el niño autista pueda
desarrollar de una manera lo más normalizada posible su aprendizaje. El equipo
docente decide, basándose en el proyecto de centro, el qué, cómo y cuándo
enseñar y evaluar.
Las
adaptaciones.
Las
adaptaciones (ACI) que se realicen deben tender a que el niño autista alcance
las capacidades propias de cada etapa según sus posibilidades; por eso hay que
tener en cuenta que deben implicar la consecución de los objetivos generales de
etapa.
Adaptaciones
de acceso al currículo.
Provisión
de recursos o materiales que faciliten el proceso de aprendizaje:
Situarlo
en un lugar del aula cercano al maestro y rodeado de los compañeros con los que
tenga mejor relación.
Proporcionarle
los materiales y recursos que necesite.
Potenciar
la aceptación entre los compañeros realizando trabajos en grupo.
Las
notas y mensajes de las paredes o aula en general que sean claros, de fácil
comprensión (si los entiende él, los entienden todos y nadie pierde).
Durante
las clases magistrales, apoyar las explicaciones con refuerzos visuales (a ser posible,
llamativos para captar su atención).
Adaptaciones
curriculares.
Modificaciones
en los objetivos, contenidos, criterios y evaluación:
Adecuación
de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
Dar
prioridad a los objetivos y contenidos que por su naturaleza vayan a ser más
positivos para el niño autista.
Hacer
una temporalización flexible. El niño puede alcanzar los objetivos y/o los
contenidos en un tiempo distinto a sus compañeros.
También
podemos añadir objetivos y contenidos que consideremos necesarios para su
desarrollo. En el caso del niño autista, es preciso introducir objetivos sobre
relaciones sociales, habilidades sociales, etc. En cualquier caso, todos los
que se añadan tendrán sus criterios de evaluación.
La
eliminación de objetivos y contenidos que el alumno no va a poder superar.
Realmente no es una eliminación, es un ajuste en la temporalización ya que se
retomarán cuando el alumno esté preparado.
Modificaciones
en la metodología:
Métodos
participativos y enfocados al trabajo cooperativo.
Como
suelen tener dificultades con la expresión oral, recurriremos a técnicas de
dramatización y acudirá a la logopeda del centro.
Introducir
actividades individuales en el aula de pedagogía terapéutica para trabajar o
reforzar las tareas en las que tiene dificultad.
Cualquier
actividad en la que se sienta motivado, trabaje con sus compañeros o se sienta
autónomo, suele ser positiva para él.
Información
a tener en cuenta.
Los
niños autistas dan preferencia a los estímulos más próximos (olor, tacto).
Tienen
manierismos como andar con las puntas de los pies, dificultad a la hora de imitar
movimientos y gestos.
Ausencia
de contacto visual (no mantiene la mirada).
Un
gran déficit social. Aunque en edad temprana es muy acusado este déficit, con
el tiempo, y si el desarrollo del lenguaje se produce, va disminuyendo. No
obstante siempre tendrá dificultades en los juegos cooperativos y de equipo.
Hay que fomentar su aceptación desde el primer día para evitar posibles
episodios de bullying
en un futuro..
Respecto
al lenguaje, hay un alto porcentaje (alrededor del 50%) que no consigue
desarrollarlo. Con la dificultad añadida que hay ausencia de gestos y
expresiones faciales.
El
nivel de CI depende de cada uno, sí que es cierto que influirá mucho tanto en
sus relaciones sociales como en el progreso escolar. La inteligencia suele ser
baja.
¿Qué tipo de juego resulta
estimulante al niño?
-
Es mejor utilizar juguetes propios de su edad evolutiva.
-
El juego debe ser deseado por el niño, le tiene que apetecer.
-
Deben ser adecuados a su edad pensando siempre en la finalidad y actitudes que desarrolla
en el niño.
-
Conviene que sea simple. Esto aumentaría los usos que se pueden hacer de él y desarrollará
su fantasía y su capacidad simbólica.
-
Lo ideal es dedicar un espacio diario a interactuar con el bebé jugando.
-
No imponer un ritmo de juego, es mejor respetar su propio ritmo.
-
Observar qué es lo que más le interesa al niño y compartir con él su interés.
-
Dar libertad a la expresión de emociones, no cohibirle ni regañarle porque se
excite o grite de vez en cuando.
-
Intervenir ocasionalmente para manipular el objeto de forma correcta y divertida,
pero sin obligarle a que lo haga él también.
-
Fomentar el contacto y la mirada con la persona que juega.
Un
tipo de materiales, específicos, que se encuentran en comercios especializados
son los encajes, los dominós y los juegos de colores; los lotos de objetos, contrastes,
relaciones, posiciones y acción – reacción, los juegos de abecedarios y
numeración, los juegos de secuencias básicas, las barajas y lotos de fotografías:
alimentos, expresiones faciales, orientación espacial e izquierda y derecha, autodictado
con fotografías y autodictados de nombres - cosas, adjetivos - cualidades, y verbos
– acciones, juegos de monedas y billetes, formación de frases, calendarios
escolar con los días del mes, semanas, meses, las estaciones, temperatura,
actividades y el tiempo; las pizarras magnéticas borrables y los franelogramas
y murales.
"Nunca he encontrado un hombre de quien no haya aprendido nada." Alfred Victor de Vigny
Sandra Alfonso.